Sabes, sería imposible resistir las ganas de sonreír al saberme ahí, en ti; al saborear ese café caliente con mis labios… endulzados por ti, por tu aroma, tu sabor.

Imposible sería resistir el provocar tu sonrisa en tanto mis labios prueban de ti… saborear ese café después del amar, en la mar, ahí donde las olas sean la música que invite a nuestros cuerpos a sentir ese vaivén de placer, en esa confusión de sonidos, entre las olas y tu gemir.

Al caer la tarde y el anochecer, todo puede suceder, convertirse en fugitivo, tal vez. Siempre hay que saber que el amor es un riesgo y el riesgo de jugar con fuego no lo es el quemarse, lo es la posibilidad de enamorarse y que hay riesgos, y fuegos, que valen la pena correr, probar, inquietar, mover… incendiar. Que al cruce de las miradas sea imposible ocultar ese fuego de la piel, te quiero recorrer.

Y después, sabrás que no hay necesidad de prestar lo que sin pedir puedes tomar, en tanto yo, en tu oído provoco lo que mis labios habrán de probar, al navegar en tu ser.

Toma mi mano, este encuentro hay que festejar, que los recuerdos permanezcan imborrables y las sonrisas sean esos gestos que nos delaten al andar.

Luis Oscar

raczoblue

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